1. Enfócate en el material

Las sábanas 100% algodón siempre son una excelente opción porque son suaves y accesibles.

Aunque el poliéster es más barato, su calidad y durabilidad es mucho menor, por lo que más vale invertir en buenos materiales.

2. Ten en cuenta la temperatura

Para un clima frío, las sábanas de microfibra son ideales, mientras que para el calor no hay nada mejor que el algodón. Además si eres una persona que genera mucho calor al dormir, las sábanas de algodón son recomendables ya que al ser una fibra natural, regula tu temperatura corporal. 

3. ¿Alergias o  piel sensible? elige fibras naturales

Las telas hechas de fibras naturales tienen propiedades hipoalergénicas y antiácaros por ser transpirables, a diferencia de las telas fabricadas con fibras sintéticas, las cuales atrapan el sudor y provocan una mayor proliferación de bacterias.  

4. El número de hilos no lo es todo 

El recuento de hilos es la suma de estos de forma vertical y horizontal en una pulgada cuadrada de tela.

Actualmente, las técnicas de fabricación pueden permitir el uso de grandes cantidades de hilos.

Entre 300 y 500 hilos es una cifra ideal para tener suavidad, frescura y durabilidad.

Aunque también puedes encontrar buenas sábanas de menor hiladura que te pueden agradar ya puestas en cama.

5. Conoce la diferencia entre varios tejidos 

Tus principales opciones son el percal o el satín. El percal es un tejido básico en forma de cuadrícula que se siente ligero y fresco, mientras que el satín se siente suave como la seda. Elige el tejido que prefieras y que te haga sentir más cómodo. 

6. Importante el tamaño de tu cama

Aunque esto es básico, a veces se nos olvida. Antes de comprar tus sábanas, asegúrate de que el tamaño que elijas le quede a tu colchón, especialmente tomando en cuenta su altura. 

7. Busca colores que te den felicidad 

Considera colores que vayan con los tonos de tu habitación y que te hagan sentir cómodo y feliz. 

Comprar un buen juego de sábanas no es un gasto, sino una inversión en tu bienestar.